Una caña sostiene cortes de gasa
en la brisa, sobre las cenizas.
El pasado quebradizo y esporádico
como un perfume lejano.
En el remolino deshecho
bebo agua de arroz.
Camello
su centro de gravedad
está cerrado bajo llave
su silueta y su piel
en perfectas oposición
su condición
fingir el movimiento
Trayectoria
Al entrar la avispa en el tren
la
gente se amasaba
en
los asientos
movía
los dientes
pendularmente
y
creaba
sonrisas
como girasoles.
Compartió
con agradables mosquitos
la divertida órbita
de la lámpara,
satisfecha,
salió por la ventana.
Estaba lejos del panal,
los chimangos la
deleitaron con su parsimonia.
(...)
Amanece en Mombasa-
serpientes en los húmedos cañaverales
Deseo irresistible de visiones planas-
contradicción como burla
Separado ya de la cacería
el recuerdo de la jauría,
su olor penetrante, sus ideas externas
Las garras se afilan acompasadamente
como teclas de un piano asesino
El sentido pendía de los árboles-
la muerte como ficción
Espero que no vuelvas aquí,
el cielo parece caliente
pero en Mombasa el ruido es tibio,
no vuelvas aquí, quédate.
Una mente azul con peces plateados.
Espinillos, matas y una pareja de ciervos recorriendo un corazón.
Un cuerpo liso, sin pasión alguna cediendo elásticamente al granizo.
¿Cómo no voy a incendiarlo?